SINDROME DE APNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO
DIA MUNDIAL DEL SUEÑO
En el día mundial del sueño queremos hablar sobre el síndrome de apnea obstructiva del sueño (OSAS), cuadro clínico muy frecuente con una prevalencia estimada de hasta de un 24 % en varones y un 9 % en mujeres y que constituye por tanto un importante problema de salud pública. El incremento notable de la prevalencia en los últimos años esta muy relacionado con el aumento de la obesidad
La apnea obstructiva es una entidad que aparece sobretodo en pacientes roncadores, obesos en muchos casos, y se caracteriza por la presencia de episodios repetidos de obstrucción total (apnea) o parcial (hipopnea) de la vía aérea superior durante el sueño.
Durante estos episodios obstructivos se producen micro-despertares repetidos e hipoxia (el aire no llega a nuestros pulmones y por tanto disminuye el oxigeno que la sangre tiene que transportar a los tejidos y a los distintos órganos para su correcto funcionamiento) con consecuencias importantes sobre nuestra calidad de vida y nuestra salud.
Por un lado, los pacientes con apnea no descansan bien, se levantan cansados, a veces con dolores de cabeza, notan somnolencia diurna, fatiga y disminución de la capacidad de concentración durante el día. Esto puede llegar a afectar a nuestro trabajo, causarnos irritabilidad e incluso depresión. La apnea del sueño incrementa la accidentabilidad, tanto al conducir como al manejar maquinaria peligrosa, y se asocia a HTA, cardiopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares y diabetes.
Por tanto, si usted es un roncador habitual, y tiene cierta somnolencia diurna, se despierta con frecuencia durante el sueño, a veces con sensación de ahogo o su pareja le dice que se asusta cuando le ve dormir, que parece que deja de respirar… debería consultar a un especialista sin ninguna duda.
Su especialista solicitará un estudio polisomnográfico para confirmar y valorar la severidad de la apnea.
Varios tratamientos están disponibles en función de la severidad de la apnea, las características anatómicas del paciente, sus hábitos.
Es siempre recomendable perder peso cuando es necesario, reducir la ingesta de alcohol especialmente las horas antes de dormir y evitar algunos tranquilizantes, especialmente benzodiacepinas, Los casos más leves pueden beneficiarse de medidas de este tipo, a veces asociadas a cambios posicionales durante el sueño y/o a la utilización de un dispositivo de avance mandibular para dormir, que aumentará el diámetro de la vía aérea superior.
Los casos moderados o severos, se tratan mediante la utilización de un CPAP. Estos son unos dispositivos, que, mediante una mascarilla, introducen aire en la vía aérea a una presión variable para mantenerla abierta mientas dormimos y evitar su colapso. La presión hay que ajustarla, aunque hay equipos que se autorregulan solos.
Estos dispositivos no siempre son bien tolerados por algunos pacientes que demandan otro tipo de soluciones. Existen varios procedimientos quirúrgicos sobre la vía aérea: septoplastias, extirpación de amígdalas y vegetaciones, faringoplastias, resecciones de base de lengua (muy útil en este caso el uso del Da Vinci) y el estimulador del hipogloso entre otros. La elección del procedimiento se hace en base a las características anatómicas del paciente y a la zona de colapso de la via aérea que normalmente valoramos mediante la realización de una endoscopia con sueño inducido (DISE, drug induced sleep endoscopy).