La cirugía como alternativa en el tratamiento de la hidradenitis supurativa
La cirugía es una opción clave para el tratamiento de los casos avanzados, ya que permite un control efectivo de las lesiones crónicas y una notable mejora en la calidad de vida de los pacientes
La hidradenitis supurativa (HS) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta profundamente la calidad de vida de quienes la padecen. Se caracteriza por la aparición de nódulos dolorosos, abscesos recurrentes y trayectos fistulosos, generalmente en los grandes pliegues corporales como las axilas, inglés y debajo de los senos.
Aunque existen opciones médicas para su tratamiento, en los casos más severos, la cirugía se convierte en una alternativa clave para controlar la enfermedad y mejorar el bienestar general del paciente.
Según el Dr. Francisco Javier García Martínez, especialista en Dermatología y jefe del Servicio de Dermatología en Ruber Internacional Centro Médico Habana, "la cirugía para la hidradenitis supurativa no solo aborda el daño físico, sino que ofrece a los pacientes una oportunidad de recuperar su calidad de vida."
Con el especialista, exploraremos en detalle qué es la hidradenitis supurativa, cuándo se recomienda el tratamiento quirúrgico, los tipos de procedimientos disponibles, los resultados esperados y los cuidados necesarios después de la intervención.
Dr. Francisco Javier García Martínez
¿Qué es la hidradenitis supurativa?
La hidradenitis supurativa es una enfermedad crónica de la piel que se desarrolla cuando los folículos pilosos se inflaman y obstruyen, formando nódulos dolorosos y abscesos. Estas lesiones pueden evolucionar hacia trayectos fistulosos y cicatrices, que causan molestias físicas y emocionales significativas.
"El impacto de esta enfermedad va mucho más allá de la piel. Los pacientes frecuentemente sufren dolor, infecciones recurrentes y limitaciones en su día a día, lo que hace que el tratamiento sea un desafío tanto médico como emocional", explica el Dr. García.
Indicaciones para la cirugía de la hidradenitis supurativa
La cirugía no es la primera opción de tratamiento en la hidradenitis supurativa, pero es esencial en casos en los que los tratamientos médicos no han logrado controlar la enfermedad o cuando las lesiones son complicadas.
La cirugía en la hidradenitis supurativa se considera cuando los tratamientos médicos, como antibióticos o terapias biológicas, no logran controlar la enfermedad y "se vuelve imprescindible cuando las lesiones provocan un dolor constante, limitan la movilidad o generan infecciones recurrentes que no ceden con otros tratamientos".
En las formas avanzadas de la enfermedad, que suelen caracterizarse por abscesos profundos, trayectos fistulosos y cicatrices que pueden dificultar actividades diarias, "la intervención quirúrgica tiene como objetivo eliminar las áreas afectadas y prevenir futuras complicaciones", comenta el Dr. García.
El especialista también subraya la importancia de un enfoque combinado. "En muchos casos, la cirugía debe complementarse con un tratamiento médico para controlar la inflamación y evitar la aparición de nuevas lesiones", añade. Además, algunos pacientes encuentran beneficios adicionales en el uso de tratamientos como la depilación láser, que puede ayudar a reducir la obstrucción de los folículos pilosos, una de las causas subyacentes de esta enfermedad.
Este enfoque integral, que puede incluir el trabajo de un equipo multidisciplinar, es clave para abordar tanto los síntomas inmediatos como las causas subyacentes de la enfermedad. "La cirugía es una herramienta poderosa en los casos avanzados de hidradenitis supurativa, pero debe ser evaluada cuidadosamente y siempre como parte de un enfoque integral", resalta el Dr. García.
Tipos de cirugías para la hidradenitis supurativa
Existen diferentes procedimientos quirúrgicos según el estadio de la enfermedad y las características específicas de cada paciente. Cada técnica tiene ventajas y desventajas, y la elección dependerá del nivel de avance de la enfermedad, las zonas afectadas y las prioridades del paciente.
1. Destechamiento (Deroofing)
El destechamiento, también conocido como deroofing, es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que se utiliza para tratar lesiones específicas de la hidradenitis supurativa.
Esta técnica consiste en retirar la cubierta superior de los abscesos y trayectos fistulosos, permitiendo que las lesiones cicatricen desde el interior sin necesidad de realizar grandes incisiones. "El destechamiento es especialmente útil en pacientes con estadios Hurley I y II, ya que permite controlar lesiones localizadas sin necesidad de extirpar grandes áreas de piel", explica. Esto no solo reduce las cicatrices, sino que también acelera el proceso de recuperación".
Aunque esta técnica ofrece ventajas estéticas y funcionales, el Dr. García advierte que "su eficacia está limitada a casos menos avanzados de la enfermedad. "En pacientes con afectación extensa o enfermedad más severa, es necesario recurrir a procedimientos más radicales".
2. Escisión amplia
La escisión amplia es el procedimiento quirúrgico más utilizado en los casos avanzados de hidradenitis supurativa, especialmente en estadios Hurley III. Este enfoque implica la eliminación completa de las áreas afectadas, incluyendo la piel, el tejido subcutáneo con uno o dos cm de margen.
Según comenta el doctor García, "la escisión amplia es la opción más efectiva para tratar las lesiones extensas y recurrentes, ya que eliminamos prácticamente toda la enfermedad activa en la zona tratada".
Este procedimiento puede requerir injertos o plastias movilizando la piel sana para cerrar las heridas: "Es un paso necesario para evitar la recurrencia en las áreas afectadas y proporcionar un alivio duradero a los pacientes", señala. Sin embargo, advierte que "este tipo de cirugía implica un proceso de recuperación más largo y cicatrices visibles, por lo que debe evaluarse cuidadosamente con cada paciente".
3. Incisión y drenaje
La incisión y drenaje o el "punch-desbridamiento", se utilizan principalmente para aliviar la inflamación y el dolor causado por abscesos activos. Este procedimiento consiste en abrir las lesiones para drenar el contenido purulento, lo que proporciona un alivio inmediato.
"La incisión y drenaje es una solución temporal que resulta útil para manejar el dolor agudo, pero no aborda la enfermedad de manera definitiva", aclara el Dr. García. Este enfoque es adecuado para pacientes que requieren una intervención rápida, pero debe complementarse con otros tratamientos, ya que las lesiones suelen reaparecer.
"Es importante que los pacientes comprendan que este procedimiento es paliativo, no curativo, y que su papel principal es mejorar la calidad de vida en situaciones urgentes", añade el dermatólogo.
4. Láser de CO₂
El uso del láser de dióxido de carbono es una técnica moderna que permite tratar lesiones específicas de forma precisa y menos invasiva.
Este método se utiliza para vaporizar abscesos y trayectos fistulosos, preservando la piel sana circundante y ofreciendo mejores resultados estéticos. "El láser de CO₂ es una opción interesante para pacientes con lesiones localizadas que buscan una solución con menos cicatrices y un periodo de recuperación más corto", explica el Dr. García.
Sin embargo, el especialista señala que "aunque es efectivo en casos seleccionados, no es adecuado para todas las etapas de la enfermedad, especialmente en los casos más avanzados, donde se requiere una intervención más extensa".
Esta técnica se considera ideal para aquellos pacientes que priorizan un tratamiento mínimamente invasivo sin comprometer la efectividad.
Resultados esperados de la cirugía
El éxito del tratamiento quirúrgico depende de múltiples factores, como la técnica empleada, la gravedad de la enfermedad y la adherencia del paciente a los cuidados postoperatorios. En general, los pacientes reportan una reducción notable de los síntomas y una mejora significativa en su calidad de vida.
"El tratamiento quirúrgico no es una cura definitiva para la hidradenitis supurativa, ya que esta es una enfermedad crónica. Sin embargo, puede controlar las lesiones existentes y mejorar enormemente el día a día del paciente", destaca el Dr. García
Cuidados postoperatorios en la cirugía de la hidradenitis supurativa
El cuidado adecuado de las heridas es esencial para asegurar una recuperación óptima tras la cirugía de hidradenitis supurativa y para minimizar posibles complicaciones. Para el especialista, "el éxito del postoperatorio no solo depende del equipo médico, sino también del compromiso del paciente en seguir las recomendaciones adecuadas".
La higiene diaria de las heridas es uno de los pilares fundamentales, ya que mantenerlas limpias reduce significativamente el riesgo de infecciones. Asimismo, los cambios regulares de vendajes, realizados de acuerdo con las indicaciones del personal sanitario, favorecen una cicatrización saludable.
El seguimiento médico periódico es otro elemento clave, ya que permite evaluar la evolución de la recuperación y detectar posibles problemas a tiempo. Además, durante este periodo, es importante evitar actividades que puedan ejercer presión o causar daño en las zonas tratadas.
"El postoperatorio es un trabajo conjunto donde la dedicación del paciente influye directamente en los resultados finales, tanto funcionales como estéticos", concluye el Dr. García.
En resumen, la cirugía es una herramienta clave en el manejo de la hidradenitis supurativa, especialmente en casos avanzados o cuando los tratamientos médicos no han logrado controlar la enfermedad. Desde procedimientos menos invasivos, como el destechamiento, hasta intervenciones más complejas, como la escisión amplia, las diferentes técnicas quirúrgicas ofrecen a los pacientes una vía para aliviar los síntomas y mejorar su calidad de vida.
"El tratamiento de la hidradenitis supurativa debe ser individualizado y realizado por un equipo multidisciplinar. En el contexto adecuado, la cirugía puede marcar un antes y un después en la vida de los pacientes", enfatiza el Dr. Francisco Javier García.
Si padeces esta enfermedad y consideras que la cirugía podría ser una opción, es importante consultar con un dermatólogo especializado. Un enfoque profesional y personalizado permitirá evaluar tu caso y encontrar el tratamiento más adecuado para ti.