Herpes labial
El Herpes labial (o herpes febril) es una afección vírica que se manifiesta con unas ampollas rellenas de líquido situadas sobre los labios o alrededor de estos y que al romperse se ulceran y se genera una costra sobre ellas. Es muy contagioso.
No existe una cura total para el herpes labial, pero sí que se pueden seguir unas normas para mitigarlo y reducir su frecuencia de aparición.
Causas
Está causado por algunas cepas del virus "herpes simple", generalmente las del tipo 1 (virus VHS-1) aunque también puede ser causado por el VHS-2 (que es el que ocasiona el herpes genital).
El virus se transmite por contacto directo y permanece latente sin presentar síntomas hasta que se manifiesta, entre otras, por alguna de las siguientes causas:
- El frío.- Con el que se pueden agrietar los labios y ser más propensos a la infección.
- El sol y el aire.- Pueden dañar los labios al igual que el frío.
- Cambios hormonales.- Como los que se producen durante la menstruación.
- Inmunodepresión; provocada por:
- Estrés.
- SIDA (VIH).
- Estacional.- En otoño e invierno suelen bajar las defensas.
- Otras enfermedades.
- Medicamentos de quimioterapia para el cáncer.
- Medicamentos para evitar el rechace de órganos trasplantados.
Síntomas
Antes de la aparición de la ampolla se empieza a notar ardor y picor por la zona donde se va a desarrollar, que luego se endurece.
La ampolla se va desarrollando, llenándose de líquido hasta que explota y con el tiempo supura y se seca, quedando una costra que se desprenderá en poco tiempo. A menudo se forman agrupaciones de ampollas que se llegan a unir en una más grande.
Aunque no es lo habitual, las ampollas también pueden aparecer más allá de los labios, por las mejillas y la barbilla e incluso dentro de las fosas nasales y de la boca (paladar o encías).
Algunas personas aunque están infectadas por el virus no manifiestan los síntomas.
El primer brote suele ser el peor y a menudo la aparición de ampollas viene acompañada por estos otros síntomas:
- Dolores de cabeza, garganta y musculares.
- Fiebre.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Erosión y dolor de encías.
En los siguientes brotes estos síntomas tienden a remitir y reducirse a la aparición de las ampollas.
Diagnóstico
Para un profesional es relativamente sencillo diagnosticar el herpes labial a simple vista, pero si tiene dudas, enviará una muestra al laboratorio para su análisis.
Tratamiento
Generalmente los síntomas desaparecen por sí solos al cabo de un par de semanas.
La medicación para que el episodio pase más rápido será a base de antivirales, entre otros se utilizan Penciclovir, Valaciclovir o Aciclovir. Algunos medicamentos se aplican en forma de crema y otros son píldoras.
Para aliviar el dolor se podrán recetar también cremas analgésicas (benzocaína, lidocaína, etc.) . Las compresas frías y húmedas aplicadas a las ampollas además de aliviar el dolor favorecerán la cicatrización.
Es fundamental una higiene más esmerada durante los brotes, lavándose las manos más a menudo y evitando tocarse las úlceras ya que podríamos llevar la infección a otras zonas e incluso a los ojos.