Espirometría: qué es, qué mide y cuándo se realiza
La espirometría es una de las pruebas más importantes para evaluar la salud pulmonar. Sencilla y no invasiva, esta herramienta permite detectar problemas respiratorios, diagnosticar enfermedades pulmonares y monitorizar su evolución. Según la Dra. Ana Hernández Voth, neumóloga en Ruber Internacional Centro Médico Habana
: "La espirometría la prueba respiratoria funcional básica. Nos da información clave sobre la capacidad pulmonar, es decir, cuánto aire puede entrar en tu tórax, y con qué velocidad lo haces."
Aunque se utiliza en diversos contextos, su papel es crucial en personas fumadoras o con síntomas respiratorios. En este artículo, exploramos qué es la espirometría, cómo se realiza, qué mide y en qué casos está indicada.
Dra. Ana Hernández Voth, neumóloga en Ruber Internacional Centro Médico Habana
¿Qué es la espirometría?
La espirometría es una prueba de función pulmonar que mide la cantidad de aire que los pulmones pueden inhalar y exhalar, así como la rapidez con la que se realiza este proceso. "La espirometría nos ayuda a detectar si hay obstrucciones o limitaciones en el flujo de aire, lo que puede indicar enfermedades obstructivas como el asma, la EPOC o restrictivas como el efecto de las deformidades de la caja torácica, la columna o la obesidad sobre los pulmones", explica la Dra. Hernández.
Esta prueba es especialmente útil para monitorear el estado de los pulmones en pacientes con enfermedades respiratorias conocidas o para identificar problemas en personas con síntomas persistentes.
¿Qué mide la espirometría?
La espirometría evalúa dos aspectos principales de la función pulmonar:
Volumen de aire: Mide cuánto aire puedes inhalar, lo que se conoce como "capacidad vital".
Velocidad del flujo de aire: Determina la rapidez con la que el aire entra y sale de los pulmones, velocidad determinada por los bronquios.
Estos parámetros se expresan en valores específicos que proporcionan una visión detallada del funcionamiento pulmonar. Uno de ellos es el FVC (Capacidad Vital Forzada), que mide la cantidad máxima de aire que una persona puede inhalar después de realizar una inspiración profunda.
Otro es el FEV1 (Volumen Espiratorio Forzado en 1 segundo), que evalúa cuánto aire se puede expulsar en el primer segundo de una espiración forzada. "La relación entre el FEV1 y el FVC es clave para diagnosticar enfermedades como la EPOC. Una relación baja indica obstrucción irreversible en las vías respiratorias", explica la Dra. Ana Hernández. Este análisis resulta esencial para detectar problemas de manera temprana y diseñar tratamientos específicos.
En los equipos modernos de espirometría, uno de los resultados más valiosos es la curva flujo-volumen, una representación gráfica que muestra cómo el aire fluye a través de las vías respiratorias durante la inspiración y la espiración. "La curva no solo nos da números; nos permite visualizar cómo están funcionando los pulmones en tiempo real, lo que facilita un diagnóstico más preciso", explica la Dra. Hernández
¿Cómo se realiza la espirometría?
El procedimiento de la espirometría es sencillo, rápido y no invasivo. No requiere estar en ayunas ni realizar preparaciones complicadas, aunque, como explica la Dra. Ana Hernández, "si el paciente usa broncodilatadores, se le suele recomendar suspenderlos al menos 24 horas antes para que los resultados reflejen su verdadera capacidad pulmonar, con algunos fármacos de mayor vida media, incluso 48 horas antes"
Durante la prueba, el paciente se sienta cómodamente y respira a través de una boquilla conectada al dispositivo de medición. El médico guía al paciente para que inhale profundamente y luego exhale con fuerza. Este proceso se repite varias veces para garantizar la consistencia de los datos obtenidos.
Una vez finalizada, el equipo registra los valores y genera resultados detallados. "El neumólogo analiza cada parámetro y curva para identificar posibles alteraciones. Esta información nos permite personalizar los tratamientos y ajustar estrategias para mejorar la salud respiratoria del paciente", añade la especialista.
¿En qué casos está indicada la espirometría?
La espirometría es una herramienta valiosa tanto para diagnosticar enfermedades respiratorias como para prevenir complicaciones futuras. Según la Dra. Ana Hernández, "esta prueba nos permite identificar alteraciones en personas con síntomas evidentes, pero también en aquellas aparentemente asintomáticas que pueden estar desarrollando problemas pulmonares."
Los principales casos en los que se recomienda su uso son:
Personas con síntomas respiratorios
La espirometría es una de las primeras pruebas que se realiza cuando una persona presenta síntomas como tos persistente, dificultad para respirar o sibilancias (sonidos agudos al respirar). "Estos síntomas pueden ser indicativos de obstrucciones en las vías respiratorias o de problemas crónicos como el asma. La espirometría nos ayuda a precisar el diagnóstico y a iniciar el tratamiento adecuado cuanto antes", comenta la especialista.
Diagnóstico de enfermedades pulmonares
Es fundamental para diagnosticar enfermedades como el asma, la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) y la fibrosis pulmonar. "Cada una de estas patologías tiene un patrón característico que podemos observar en los resultados de la espirometría, lo que nos permite no solo identificar la enfermedad, sino también valorar su gravedad", explica la Dra. Hernández.
Fumadores y exfumadores
El tabaquismo, tanto activo como pasado, puede causar daños significativos en los pulmones
. "En fumadores actuales, la espirometría detecta obstrucciones en las vías respiratorias antes de que los síntomas sean incapacitantes. En exfumadores, nos ayuda a evaluar si hay secuelas permanentes o si los pulmones están recuperándose tras abandonar el hábito", añade la especialista.
Monitorización de enfermedades respiratorias crónicas
Pacientes con asma, EPOC u otras enfermedades respiratorias crónicas se benefician de esta prueba para controlar la progresión de su condición. "La espirometría nos permite ajustar los tratamientos en función de la evolución de la enfermedad y verificar la eficacia de las terapias que se estén utilizando", detalla la Dra. Hernández.
Evaluación preoperatoria
Antes de una cirugía, especialmente aquellas que requieren anestesia general, es fundamental conocer la capacidad pulmonar del paciente. "La espirometría nos ayuda a valorar si el paciente está en condiciones de tolerar el procedimiento y si es necesario tomar precauciones adicionales", concluye la doctora.
En resumen, la espirometría es una herramienta esencial para valorar y cuidar la salud respiratoria, ya sea para diagnosticar problemas, monitorizar enfermedades o evaluar el impacto del tabaquismo. Su sencillez, rapidez y precisión la convierten en una prueba indispensable tanto para fumadores como para cualquier persona con síntomas respiratorios.
Si tienes dudas sobre tu capacidad pulmonar o quieres prevenir problemas a futuro, consulta a un especialista. Respirar bien hoy es cuidar tu salud mañana.