Varices pélvicas: Tratamiento mínimamente invasivo mediante embolización
La oclusión de las venas pélvicas afectadas mediante la colocación en su interior de pequeñas espirales introducidas a través de una vena del brazo, ayudan a mejorar el flujo sanguíneo, a evitar la congestión venosa y a aliviar el dolor pélvico de las pacientes
Las varices son venas dilatadas y tortuosas que se forman cuando las venas se debilitan o dañan, esto dificulta el flujo sanguíneo de retorno al corazón y tiene como resultado una acumulación anormal de sangre en el interior de la vena que puede ocasionar síntomas molestos y generar problemas de salud.
Aunque son más comunes en las piernas, las varices también pueden aparecer en otras partes del cuerpo como en la región pélvica, especialmente en las mujeres, afectando venas del útero, los ovarios y otras estructuras del sistema reproductivo. "Estas varices producen una congestión sanguínea que desencadena dolor pélvico crónico y da lugar a fugas o reflujos que pueden producir otras varices en la zona genital y en las piernas. La presencia de varices pélvicas acompañadas de dolor y sensación de pesadez en la región inferior del abdomen por más de 6 meses es lo que conocemos como Síndrome de Congestión Pélvica", explica el doctor Pablo Gallo González, Jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional.
Si bien el dolor pélvico crónico es el síntoma más característico, el síndrome de congestión pélvica suele acompañarse de otros síntomas como la sensación de pesadez en la pelvis, dolor durante o después de las relaciones sexuales, varices visibles en la zona genital, menstruaciones más abundantes o dolorosas, micción frecuente, sensación de vejiga llena y estreñimiento.
Los especialistas en patología vascular pueden brindar un diagnóstico preciso y opciones de tratamiento efectivas para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las mujeres afectadas.
Causas del Síndrome de Congestión Pélvica
El embarazo es una de las principales causas de las varices pélvicas. "Durante el embarazo, se produce un aumento del volumen sanguíneo y una presión adicional en las venas pélvicas debido al crecimiento del útero y al peso del bebé. Esto puede causar la dilatación de las venas y la aparición de varices".
Otras causas pueden contribuir al desarrollo de las varices pélvicas, como la insuficiencia venosa, que implica un mal funcionamiento de las válvulas venosas y puede ser un factor desencadenante. "Cuando las válvulas de las venas no cierran correctamente, la sangre puede retroceder y acumularse en las venas de la pelvis, este acúmulo de sangre produce una dilatación del vaso sanguíneo y la formación de varices".
La compresión de las venas en la pelvis también puede dar lugar a la formación de varices. "Existen dos condiciones específicas que pueden causar compresión en las venas pélvicas. El síndrome de May-Thurner que se caracteriza por la compresión de la vena ilíaca izquierda debido al cruce entre la arteria ilíaca derecha y la columna vertebral, y el síndrome de Nutcracker que ocurre cuando la vena renal izquierda se comprime entre la arteria mesentérica superior y la aorta abdominal", detalla el especialista.
Cada caso de varices pélvicas es único y puede ser el resultado de una combinación de factores. La predisposición genética también puede desempeñar un papel en el desarrollo de estas varices. Por lo tanto, "es fundamental evaluar cada situación de manera individualizada para determinar las causas subyacentes y ofrecer el tratamiento adecuado".
El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular forma parte de la Unidad Posparto del Hospital Ruber Internacional, una unidad integrada por diferentes servicios y profesionales que, desde una visión global y multidisciplinar, cuidan de la madre una vez ha dado a luz a su bebé. El Servicio de Angiología y Cirugía Vascular cuenta con una Sala de angiografía digital intervencionista de última generación y profesionales especialistas en Cirugía Vascular y Radiología Intervencionista con una gran experiencia en el diagnóstico y tratamiento del Síndrome de Congestión Pélvica.
Tratamiento mínimamente invasivo de las varices pélvicas
El tratamiento principal para el síndrome de congestión pélvica es la embolización de las venas pélvicas afectadas. Durante este procedimiento, se ocluyen las venas enfermas con reflujo mediante la colocación de pequeñas espirales metálicas llamadas coils. La embolización se realiza a través de una técnica mínimamente invasiva conocida como flebografía pélvica.
"Durante la flebografía pélvica, realizamos una punción en una vena del brazo para acceder al sistema venoso e insertar un catéter especial, con el que navegamos hasta llegar a las venas pélvicas. Entonces inyectamos a través del catéter un material de contraste que nos permite visualizar las venas afectadas en una radiografía en tiempo real. Una vez identificadas las venas problemáticas, inyectamos espuma esclerosante y procedemos a la colocación de los coils en el interior de las varices, lo que provoca su oclusión y detiene el flujo sanguíneo anormal".
La espuma esclerosante es un medicamento utilizado en el tratamiento de las venas varicosas y otras afecciones venosas. Consiste en una solución líquida especial que se mezcla con aire hasta crear una espuma densa y estable que al ser inyectada en la vena provoca una reacción química que causa el cierre de la vena.
Tras la oclusión de las varices pélvicas, la sangre drena de forma natural por circuitos venosos alternativos.
En casos en los que la causa de las varices pélvicas es la compresión de una vena debido a una estructura cercana, como en el síndrome de May-Thurner o el síndrome de Nutcracker, puede ser necesaria la colocación de un stent. Un stent es un dispositivo tubular que se coloca dentro de la vena comprimida para mantenerla abierta y facilitar el flujo sanguíneo de retorno.
"Tanto la embolización como la colocación de stents se pueden realizar en el mismo procedimiento de flebografía pélvica, lo que permite tanto el diagnóstico como el tratamiento en una sola intervención".
Estos procedimientos son considerados seguros y eficaces para aliviar los síntomas y mejorar la circulación en las venas pélvicas afectadas. "Los estudios han demostrado que la embolización de las varices pélvicas tiene una tasa de éxito de alrededor del 80% al 90% en términos de alivio de los síntomas. Las pacientes suelen experimentar una reducción significativa del dolor pélvico crónico, la sensación de pesadez, las molestias durante las relaciones sexuales y otros síntomas relacionados con el síndrome de congestión pélvica".
Como después de todo tratamiento médico, es esencial seguir las recomendaciones y asistir a las revisiones de seguimiento para evaluar la evolución del paciente y garantizar una recuperación óptima.