Cirugía de las cuerdas vocales o cirugía de la voz: ¿Qué debes saber?
La Dra. Isabel García López, otorrinolaringóloga y experta en la patología de la laringe y la voz, explica cómo la cirugía de las cuerdas vocales puede ser la solución para tratar afecciones que comprometen la calidad vocal.
La voz es el resultado de las vibraciones de las cuerdas vocales, moduladas por estructuras como la laringe, la boca y la nariz, que le otorgan a cada persona un tono, timbre y calidad únicos. Más allá de su función biológica, es una herramienta esencial para la comunicación y expresión, permitiéndonos transmitir emociones, pensamientos e identidad.
Sin embargo, la voz puede experimentar alteraciones que comprometen su calidad y funcionalidad. Según explica la Dra. Isabel García López, especialista en Otorrinolaringología y experta en patología de la laringe y de la voz, "los problemas más comunes de las cuerdas vocales abarcan desde lesiones benignas, como nódulos o pólipos, hasta patologías graves, como el cáncer de laringe".
Cuando estas afecciones no responden a tratamientos convencionales, la cirugía de las cuerdas vocales, también conocida como cirugía de la voz, puede ser la clave para recuperarla.
Dra. Isabel García López
Afecciones de la voz (disfonía) que pueden requerir cirugía de las cuerdas vocales
Existen varias condiciones que afectan las cuerdas vocales que pueden requerir tratamiento quirúrgico para corregirlas o mejorarlas.
Entre las más frecuentes se encuentran las lesiones benignas, como nódulos, pólipos y quistes, que afectan la vibración de las cuerdas vocales y, con ello, la calidad del sonido. "Los nódulos vocales son crecimientos benignos como pequeños callos que aparecen en las cuerdas vocales por un uso excesivo o inadecuado de la voz", explica la Dra. García López. Estas lesiones son comunes en profesionales como profesores o cantantes. Aunque algunos casos responden a terapia vocal, otros requieren intervención quirúrgica.
Otra afección importante es la parálisis de las cuerdas vocales, que puede ser unilateral o bilateral. "Cuando una sola cuerda vocal no se mueve, puede generar una voz débil e incluso problemas para tragar", comenta la especialista. En casos más graves, como la parálisis bilateral, también se ve comprometida la respiración, haciendo necesaria una cirugía para mejorar tanto la fonación como la función respiratoria.
Las enfermedades inflamatorias, como el reflujo gastroesofágico o la laringitis, suelen tratarse inicialmente con medicamentos y cambios en el estilo de vida. Sin embargo, si el daño a las cuerdas vocales es significativo, como en casos crónicos, puede ser necesaria una cirugía correctiva.
Finalmente, el cáncer de laringe representa la afección más seria que afecta la voz. Según la Dra. García López, "un cambio persistente en la voz, como una ronquera que no mejora, puede ser un síntoma temprano de cáncer". Estas lesiones suelen requerir procedimientos quirúrgicos para extirparlas y preservar, en lo posible, la capacidad vocal del paciente.
Diagnóstico en las afecciones de la voz
Para tratar una afección de la voz, es fundamental realizar un diagnóstico preciso que identifique la causa del problema. Como señala la Dra. García López, "el diagnóstico se realiza haciendo una serie de exploraciones dirigidas a saber exactamente cuál es la causa del problema en la voz". Este proceso incluye diferentes pruebas que combinan observación clínica, análisis técnico y, en casos específicos, exploraciones quirúrgicas.
El primer paso es la evaluación perceptual de la voz, donde el especialista escucha cómo suena y analiza su calidad. "Esto nos da mucha información inicial sobre el problema", señala la especialista. Se presta atención a si la voz es áspera, ronca o débil, y si hay signos de fatiga vocal, lo cual puede indicar un esfuerzo excesivo al hablar.
Además, se realiza un análisis acústico de la voz, una técnica que utiliza programas informáticos para obtener datos objetivos. "Grabamos la señal acústica y utilizamos programas que nos proporcionan datos objetivos sobre esa voz", explica la Dra. García López. Este análisis mide aspectos como el tono, la estabilidad de las vibraciones y el volumen, ayudando a detectar alteraciones que no siempre son evidentes a simple oído.
Una de las pruebas más importantes es la endoscopia laríngea, que permite observar directamente las cuerdas vocales y la laringe mediante un tubo con cámara introducido por la nariz o la boca. "La endoscopia laríngea nos proporciona, en la mayoría de los casos, el diagnóstico definitivo", destaca la especialista. Esta prueba, mínimamente invasiva, evalúa el movimiento y la vibración de las cuerdas vocales, así como la presencia de lesiones o inflamación.
Además, en la evaluación de la voz, también es fundamental la estroboscopia, una técnica que permite observar con detalle la vibración de las cuerdas vocales. Gracias a esta tecnología, es posible detectar lesiones que, de otro modo, pasarían desapercibidas, aportando información crucial para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
En casos más complejos, se puede realizar una electromiografía laríngea para medir la actividad eléctrica de los músculos de la laringe y evaluar su función neuromuscular. Esta técnica es esencial para diagnosticar parálisis o distonías de las cuerdas vocales.
Cuando las pruebas no son concluyentes o se sospechan lesiones graves, puede ser necesaria una exploración quirúrgica. "A veces llevamos al paciente al quirófano, lo dormimos y observamos la laringe bajo anestesia para realizar biopsias y llegar a un diagnóstico definitivo", explica la Dra. García López. Este procedimiento es fundamental en casos de sospecha de cáncer o lesiones complejas.
Cirugía de las cuerdas vocales o cirugía de la voz
La cirugía de las cuerdas vocales, también conocida como cirugía de la voz, es un procedimiento especializado que busca corregir lesiones, mejorar la calidad vocal o tratar afecciones graves. En palabras de la Dra. García López, "en algunas enfermedades de las cuerdas vocales, el tratamiento necesario para corregir esa lesión es la cirugía, que puede curar o mejorar las características de la voz del paciente".
Los abordajes quirúrgicos principales son la cirugía endoscópica, un procedimiento mínimamente invasivo realizado a través de la boca, y la cirugía por vía externa, que requiere una incisión en el cuello.
"La cirugía endoscópica nos permite extirpar nódulos, pólipos y quistes con gran precisión, utilizando herramientas avanzadas como el láser", explica la especialista. Por otro lado, la cirugía por vía externa es necesaria en casos más graves, como tumores grandes o parálisis bilateral.
Cirugía endoscópica de las cuerdas vocales: ¿En qué consiste y cómo se realiza?
La cirugía endoscópica de las cuerdas vocales, también conocida como microcirugía laríngea, es un procedimiento que permite tratar lesiones o alteraciones en las cuerdas vocales con gran precisión. Según la Dra. Isabel García López, "la cirugía endoscópica es el abordaje más común para extirpar lesiones benignas y corregir problemas superficiales de las cuerdas vocales".
El procedimiento comienza con la administración de anestesia general para garantizar que el paciente esté completamente inmóvil y cómodo durante la intervención. Una vez anestesiado, se introduce un tubo rígido a través de la boca, conocido como laringoscopio, que permite acceder directamente a las cuerdas vocales sin necesidad de realizar incisiones externas. Este tubo actúa como un canal a través del cual se utilizan instrumentos quirúrgicos especializados y un microscopio de alta resolución que amplía la visión del área a tratar.
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"La precisión es clave en este tipo de cirugía", explica la Dra. García López. Con la ayuda del microscopio, el cirujano puede observar las cuerdas vocales en detalle, identificando exactamente dónde se encuentran las lesiones, como nódulos, pólipos o quistes. Para realizar la intervención, se utilizan instrumentos quirúrgicos finos diseñados para cortar, extirpar o remodelar los tejidos afectados sin dañar las estructuras circundantes.
En algunos casos, se utiliza un láser quirúrgico como herramienta adicional. Este láser permite realizar cortes extremadamente precisos y minimizar el daño en los tejidos sanos, además de reducir el riesgo de sangrado. La combinación de técnicas tradicionales y tecnología avanzada hace que la microcirugía laríngea sea altamente efectiva para tratar problemas vocales.
El procedimiento suele durar entre 30 y 90 minutos, dependiendo de la complejidad del caso. Una vez finalizada la cirugía, el paciente pasa a una sala de recuperación, donde es vigilado hasta que se despierte completamente de la anestesia. Por lo general, el alta hospitalaria se realiza el mismo día, ya que no se requiere hospitalización prolongada.
"La gran ventaja de la cirugía endoscópica es que no deja cicatrices externas y la recuperación es relativamente rápida", añade la especialista. Sin embargo, el éxito del procedimiento también depende del seguimiento postoperatorio, incluyendo el reposo vocal y la rehabilitación con un logopeda, para asegurar la completa recuperación de la función vocal.
Recuperación tras la cirugía de las cuerdas vocales
Tras la cirugía, el reposo vocal es fundamental para garantizar una buena recuperación. "Es crucial respetar el reposo absoluto en los primeros días para evitar complicaciones y permitir una cicatrización adecuada", señala la Dra. García López. Este periodo suele durar entre dos y tres días, seguido de un reposo relativo, donde el paciente puede hablar, pero evitando gritar o cantar.
La rehabilitación con terapia vocal es igualmente importante. "El trabajo con un logopeda permite recuperar el control de la voz, mejorar su calidad y aprender técnicas que protejan las cuerdas vocales en el futuro", destaca la especialista.
En resumen, la cirugía de las cuerdas vocales es una herramienta esencial para tratar afecciones que afectan la voz, especialmente cuando los tratamientos conservadores no son suficientes. Con un diagnóstico preciso y las técnicas quirúrgicas adecuadas, es posible devolver a los pacientes la capacidad de comunicarse y expresarse plenamente.
"Hoy en día, contamos con recursos muy avanzados para diagnosticar y tratar estas patologías con gran eficacia", concluye la Dra. García López.