Cirugía del cáncer de mama: avances en técnicas conservadoras
La cirugía del cáncer de mama ha evolucionado hacia un enfoque menos invasivo y más personalizado.
Doctoras Elena Melía y María Esther Suárez durante Cirugía de mama
El tratamiento quirúrgico del cáncer de mama ha avanzado enormemente en los últimos años. Desde la mastectomía radical del siglo XIX hasta las modernas técnicas conservadoras y oncoplásticas, las opciones actuales ofrecen una combinación de alta efectividad y mejores resultados estéticos. Hoy en día, el enfoque multidisciplinar permite a las pacientes recibir un tratamiento personalizado que mejora tanto su calidad de vida como su pronóstico.
La Mastectomía: Historia y evolución
En el siglo XIX, la cirugía para tratar el cáncer de mama era extremadamente invasiva. Según la Dra. María Esther Suárez Agustín, especialista en Ginecología y obstetricia y coordinadora de la Unidad de mama de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, "Halsted realizó la primera mastectomía radical en 1890, que implicaba la extirpación completa de la mama, los músculos pectorales y los ganglios linfáticos". Esta técnica, aunque efectiva en términos oncológicos, dejaba profundas secuelas físicas y psicológicas en las pacientes.
Dra. María Esther Suárez Agustín
Con el tiempo, las mastectomías evolucionaron hacia procedimientos menos invasivos, como la mastectomía radical modificada, que preserva los músculos pectorales y reduce los efectos secundarios. Hoy en día, gracias a los avances en diagnóstico precoz y las terapias neoadyuvantes, muchas pacientes pueden evitar una mastectomía y optar por cirugías conservadoras.
Uno de los grandes avances en el tratamiento del cáncer de mama es la neoadyuvancia, un enfoque que permite reducir el tamaño del tumor antes de la cirugía. Este tratamiento puede incluir quimioterapia, que se utiliza para eliminar o reducir tumores agresivos, o terapia hormonal, que se administra en tumores sensibles a hormonas (con receptores hormonales positivos). La neoadyuvancia facilita la extirpación del tumor y, en muchos casos, permite optar por cirugías menos invasivas. "La neoadyuvancia se ha convertido en un pilar clave, ya que mejora los resultados estéticos y reduce el impacto físico de la cirugía", afirma la Dra. Suárez.
Cirugía conservadora del cáncer de mama
Hoy en día, alrededor del 70% de los casos de cáncer de mama se pueden tratar mediante cirugía conservadora. Esta técnica tiene como objetivo preservar la mayor cantidad de tejido mamario sano, lo que no solo mejora los resultados oncológicos, sino también el bienestar emocional de las pacientes.
Este enfoque es especialmente viable gracias a los avances en el diagnóstico precoz. "Con diagnósticos más tempranos y el uso de la neoadyuvancia, muchas pacientes pueden evitar una mastectomía", comenta la Dra. Suarez.
Localización de Lesiones no palpables de cáncer de mama
Uno de los retos más importantes en la cirugía conservadora es la localización precisa de tumores pequeños o no palpables. Tradicionalmente, se ha utilizado el arpón, un fino cable metálico que se inserta en la mama para marcar la ubicación del tumor. Sin embargo, el arpón presenta inconvenientes, como su posible desplazamiento durante la cirugía o las molestias para la paciente.
En lugar del arpón, cada vez se utilizan más las semillas ferromagnéticas, los reflectores de radar y los dispositivos de radiofrecuencia. Estos marcadores se colocan dentro del tumor y permiten una localización precisa mediante una sonda durante la cirugía. "Estos dispositivos ofrecen mayor precisión y comodidad para la paciente, además de reducir la cantidad de tejido mamario que se necesita extirpar", explica la Dra. Suárez.
Reconstrucción oncoplástica y mastectomías avanzadas
La cirugía oncoplástica ha revolucionado el enfoque quirúrgico en el tratamiento del cáncer de mama al combinar técnicas oncológicas, que se centran en extirpar el tumor de manera segura, con técnicas de cirugía plástica, que buscan preservar o mejorar la estética del pecho. Este enfoque ofrece a las pacientes la posibilidad de no solo centrarse en eliminar el cáncer, sino también en mantener una apariencia lo más natural posible.
"Hoy en día, muchas pacientes pueden someterse a reconstrucciones inmediatas tras la cirugía conservadora o la mastectomía, lo que permite reducir cicatrices visibles y evitar asimetrías significativas", destaca la Dra. Suárez. Este tipo de reconstrucción inmediata implica que, en el mismo acto quirúrgico en el que se retira el tumor o se realiza la mastectomía, el cirujano plástico remodela la mama, ya sea con tejidos de la propia paciente (técnicas autólogas) o con el uso de prótesis mamarias.
Este enlace se abrirá en una ventana nueva
Este enfoque resulta especialmente relevante en casos donde se realizan mastectomías avanzadas, como las mastectomías subcutáneas o las ahorradoras de piel, en las que se conserva la piel de la mama e incluso el complejo areola-pezón. "Estas técnicas permiten a las pacientes reducir el impacto estético de la cirugía, mientras mantienen un excelente control oncológico", explica la especialista.
Estas técnicas suelen estar indicadas en mujeres con alto riesgo genético, como las portadoras de mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario. Este avance "no solo mejora la imagen corporal de las pacientes, sino también su bienestar psicológico", lo que es fundamental en su recuperación integral.
El éxito de la cirugía oncoplástica reside en la planificación meticulosa y la personalización del tratamiento, permitiendo a cada paciente encontrar la opción más adecuada según el tipo de tumor, la localización y el tamaño, así como sus preferencias personales y condiciones físicas.
Tratamiento de la Axila: Linfadenectomía y desescalada de la cirugía del cáncer de mama
El tratamiento quirúrgico de la axila también ha evolucionado significativamente. Durante muchos años, la linfadenectomía completa —la extirpación de todos los ganglios linfáticos de la axila— era el estándar. Sin embargo, este procedimiento puede tener efectos secundarios graves, como el linfedema, una inflamación crónica del brazo que afecta la calidad de vida de las pacientes.
Hoy en día, en lugar de realizar una linfadenectomía completa, que consiste en extirpar todos los ganglios linfáticos de la axila, se prefieren técnicas menos invasivas como la biopsia del ganglio centinela. Este procedimiento se basa en la identificación del primer ganglio linfático al que es más probable que las células cancerosas se diseminen desde el tumor primario. Para localizarlo, se utiliza una técnica de trazado radiactivo o la inyección de un tinte especial.
La doctora Suárez lo explica así: "Inyectamos un trazador radiactivo o un tinte azul cerca del tumor, lo que nos permite seguir el flujo linfático. El trazador viaja por los canales linfáticos y se acumula en el ganglio centinela, que es el primer ganglio que drena la linfa de la zona tumoral. Con una sonda que detecta radiación, localizamos ese ganglio y lo extraemos para analizarlo".
Si el ganglio centinela está libre de células cancerosas, se puede evitar la extirpación de más ganglios, lo que reduce considerablemente el riesgo de efectos secundarios, como el linfedema. "Gracias a esta técnica, hemos reducido drásticamente la necesidad de realizar linfadenectomías completas, mejorando así la calidad de vida de nuestras pacientes sin comprometer los resultados oncológicos", añade la Dra. Suárez. Esto permite tratar el cáncer de manera menos invasiva y con menos complicaciones a largo plazo.
Equipo Multidisciplinar: La clave del éxito en la cirugía del cáncer de mama
El tratamiento del cáncer de mama requiere la colaboración de un equipo multidisciplinar. Cirujanos, oncólogos, radiólogos, patólogos y enfermeras especializadas trabajan juntos para diseñar el mejor plan de tratamiento para cada paciente. "Nos reunimos semanalmente en comités para discutir cada caso y tomar decisiones personalizadas basadas en las características del tumor y las necesidades de la paciente", explica la Dra. Suarez.
Este enfoque garantiza que cada paciente reciba el tratamiento más adecuado, combinando las técnicas más avanzadas con un enfoque personalizado.
El futuro de la cirugía del cáncer de mama
La doctora Suárez señala que el futuro de la cirugía del cáncer de mama está lleno de promesas. "Estamos viendo avances como la ablación percutánea, que permite destruir tumores sin necesidad de cirugía invasiva, y la incorporación de la inteligencia artificial para mejorar la precisión diagnóstica y quirúrgica".
Además, técnicas como la criocoagulación (congelación de tumores) y la termocoagulación (destrucción de tumores mediante calor) se están explorando como alternativas menos invasivas para ciertos casos de cáncer de mama. "Aunque aún no forman parte de las guías clínicas estándar, estas técnicas podrían ser muy útiles para mujeres mayores o pacientes con contraindicaciones para la cirugía tradicional", añade la Dra. Suárez.
Recientemente, durante la Sesión General Actualización en la Cirugía del Cáncer de Mama, la doctora María Esther Suárez Agustín revisó los principales avances en cirugía del cáncer de mama, enfocada en las técnicas menos invasivas y resultados estéticos mejorados.
En resumen, la cirugía del cáncer de mama ha evolucionado hacia un enfoque menos invasivo y más personalizado. La integración de nuevas tecnologías y el enfoque multidisciplinar garantizan mejores resultados tanto oncológicos, estéticos, de supervivencia y de calidad de vida, lo que permite a las pacientes enfrentar el tratamiento con mayor optimismo.